Si te preocupas por tu salud y, para ello, tienes en cuenta la parte de la alimentación, es importante el hecho de saber más para comer mejor. A la hora de ir a hacer la compra debes saber lo que echas a la cesta, ya que al final en la mayoría de casos nos alimentamos de lo que compramos. Unas veces estos alimentos llevarán etiqueta y otros no. Para la mayoría de casos que sí que la llevan, vamos a ver cómo interpretarla y entenderla para que la última palabra y decisión de compra sea tuya y no de la industria. Haciéndote creer que un producto es saludable cuando no lo es. Tras la lectura de este artículo seguro, serás un consumidor más libre.
Que tengas un buen estado nutricional va a depender de que tu alimentación sea saludable y ésta depende de ti, ya que decides cuándo, cuánto y qué comer. Si vas a comer lo que compras, es importantísimo hacer buenas elecciones a la hora de llenar tu carro. A nosotros nos gusta decir: «más mercado y menos supermercado». Esto es, que si un alimento no lleva etiqueta, mejor, ya que los alimentos más saludables no suelen llevarla. Muchos de éstos los podemos encontrar en el mercado: productos frescos, a granel, frutas, verduras… pocos productos envasados y de ahí, pocos ultraprocesados insanos. Todos sabemos que, por ejemplo, el brócoli es saludable y que un donut no lo es, pero dentro de estos dos extremos hay muchos productos envasados que pueden merecer la pena y son por los que nos interesa saber cómo leer y entender su etiqueta.
A nadie nos gusta entrar a un supermercado y tardar en hacer la compra tres horas. Lo que hoy proponemos, no consiste en pararte a leer todas las etiquetas del supermercado. Párate a leer aquellas de los productos que te interesen, solo aquellos productos que merece la pena. Igual que haces siempre en casa una crema de verduras, por ejemplo, puede que algún día que no te haya dado tiempo a cocinar, y comprarla puede ser una buena alternativa, o verdura envasada, legumbres en bote…
Hay pasillos en los que la mayoría de los productos que encontramos son insanos. Por ejemplo, en el de las galletas no te pares a leer etiquetas ya que no vas a encontrar ninguna saludable. Si ese día quieres comprar un paquete de galletas coge las que te gusten y ya está, pero siendo consciente de que es algo puntual porque no es un producto saludable.
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